lunes, 22 de noviembre de 2010

CONVERSACIÓN CON UNA QUIOSQUERA EN BARCELONA

El sábado después de un bonito paseo por la Barceloneta, caminando hacia la estación de metro más cercana,se me ocurrió pararme en un quiosco para comprarme el periódico y ver que decían de las elecciones,inesperadamente esa visita al quiosco se convirtió en un interesante debate con la vendedora, en el que pude apreciar de primera mano como piensa un verdadero nacionalista.

Los hechos ocurrieron así: Al llegar al quiosco,mientras meditaba que periódico comprarme,escuchaba como la vendedora le explicaba a una pareja de italianos que en catalunya el idioma es el catalán y que el castellano no está para nada perseguido, que en la calle se puede hablar tanto en castellano como en catalán,y que quien dijera que está perseguido iba en contra de catalunya, como el partido popular, y que por ello nunca goberanarán en esta región decía la señora. Al oír esto,me giré y educadamente le dije: perdone pero en la escuela si que está perseguido el castellano; a lo que me contestó: no está perseguido sólo que los niños aprenden el catalán en la escuela y el castellano fuera en la calle,además yo pago mis impuestos y tengo derecho a que mis hijos los eduquen en catalán. Entonces, yo le contesté: ya pero es que hay muchos catalanes que pagan también impuestos como usted y quieren una educación bilingüe. Al oír mi argumentación se quedo un poco callada y saltó con que su hijo que tiene 38 años, para que aprendiese catalán le tuvo que llevar a una escuela privada...


Esta conversación me pudo permitir contemplar de primera mano el poder de asimilación del nacionalismo por un ciudadano hasta tal punto de privarle de cualquier atisbo de raciocinio, y lo que es peor, hasta el punto de privar a otro ciudadano de sus derechos y su libertad. Y es que todo nacionalismo por definición choca contra la libertad, ya que, una de sus exigencias es proclamar la superioridad en la sociedad de una determinada cultura y de una cultura que tiene que ser obligatoriamente compartida por todo ciudadano como si de una tribu se tratase, y el que se atreva a reclamar su libertad o autonomía frente a la tribu es un enemigo de ella. Lo peor del nacionalismo catalán no es que pretenda la formación de un nuevo estado separado de España, que para los que creemos en este proyecto común (España) este hecho nos puede molestar, no, lo peor es lo que tiene de antiliberal, por eso el problema no es que Catalunya cada vez pueda ser menos española,el problema es que en catalunya cada vez hay menos libertad. Y por ello ya es hora de una voz que defienda a España de una manera progresista y desde la libertad, y no desde la perspectiva de otro nacionalismo con el mismo sello reaccionario y con la única diferencia de cambiar una bandera por otra.

Estas dos maneras de enfrentarse al nacionalismo se pudo observar en la reciente prohibicion de los toros en catalunya por parte de la Generalitat, en la cual Esperanza Aguirre criticó esta prohibicion declarando los toros en Madrid como espectáculo de interes cultural,comportándose así como una nacionalista más, queriendo imponer a los madrileños una cultura determinada y como buena conservadora defendiendo a los toros porque es una tradición,porque es la fiesta nacional, su fiesta nacional, frente a esto en mi opinión la correcta defensa es la que ataca esta prohibicion desde la libertad de cada individuo para ir a los toros o no, la que defiende la libertad del individuo y no la que defiende la tradición. Me parecería en todo caso más coherente una defensa de la prohibición desde un punto de vista animalista, aunque por motivos que no voy a argumentar tampoco me convence.


Es curioso ver como cuando te enfrentas a la tribu te califican como fascista/feixiste, cuando los planteamientos y modos de actuar propios del fascismo son muy parecidos en muchos casos a los que utizilizan los nacionalistas catalanes, estos son en ocasiones muy parecidos a los que estuvieron 40 años en el poder, son los mismo monopolizadores de patrias, los mismos amantes de la prohibicion, los mismos defensores del monolingüismo, los mismos levantadores de fronteras, lo que pasa que ahora lo hacen con la senyera y en nombre de catalunya. Después de más de 30 años de democracia va siendo hora de que algunos sectores de la sociedad dejen de ver al nacionalismo catalan como algo simpático y progre y todo lo que suene a español como rancio,cuando lo progesista hoy en dia es defender la igualdad de todos los españoles, es decir, la constitución.


La señora tenía razón cuando me dijo que su hijo tuvo que ir a una escuela privada para aprender catalán, porque es cierto que antiguamente existía una marginación del catalán en las escuelas, pero es que ahora los que eran marginados son los que marginan a los que quieren estudiar en catalán y en castellano, obligándoles igual que en la época franquista a ir a la escuela privada para tener una formación bilingüe. Con este hecho no pierde el castellano, ni se trata de defender el castellano, quien pierde es la libertad y lo que se defiende son los derechos de los ciudadanos.