lunes, 25 de julio de 2011

REFLEXIONES POSTPRIMARIAS

El pasado sábado en UPyD volvimos a tener primarias, algo que ya es normal en nuestra organización pero que desgraciadamente no lo es en el panorama político español, lo que conlleva un grave déficit democrático para nuestro país acercándolo cada vez más a una verdadera partitocracia en el que los partidos políticos tienen un poder exacerbado como se puede observar en su control de las cajas de ahorros, del Tribunal Constitucional o en una Ley Electoral injusta que dificulta la entrada de nuevos partidos políticos.


En este caso las primarias eran para elegir a nuestros órganos ejecutivos en la Comunidad de Madrid, al Consejo Territorial (Comunidad de Madrid) y al Consejo Local de Madrid (Madrid Ciudad) a su vez también se celebraron primarias en otros municipios de esta comunidad y del resto de España. En el caso de las elecciones al Consejo Territorial, en las que yo tuve el honor de participar como miembro de la Candidatura nº1 encabezada por Manuel Lindo, estaba en juego algo mucho más importante que decidir las personas que iban a organizar y/o dirigir (no es baladí en este caso los términos) el partido en la Comunidad de Madrid, estaba en juego el modelo de partido. Las tres candidaturas que se presentaron en un principio planteaban modelos diferentes de partido y de Consejo Territorial. No hablaré del resto de candidaturas porque creo que ya no viene al caso, pero si hablaré de nuestro modelo de partido. Estábamos convencidos de que teníamos que lograr una organización que se adecuase a un idea: transmitir un mensaje nacional, esa idea que nos diferencia del resto de partidos y nos hace defender lo mismo en Churriana de la Vega que en Santoña, esa misma idea que esta en el ADN de UPyD y se manifiesta como una seña de identidad por la que se nos reconoce desde Huelva a Cataluña. Para conseguir dicho objetivo, proponíamos un Consejo Territorial que se centrase en la tarea organizativa del Partido y en dar soporte a los representantes de UPyD en las instituciones dejando la dirección política al Consejo de Dirección y a los propios representantes. No nos podíamos permitir romper con ese ADN y menos que ese cambio de modelo de partido se iniciase en Madrid, como dijo Manolo Lindo en el Debate Electoral, "tenemos que seguir construyendo una organización que tenga que ver con ese mensaje (nacional), para eso nacimos para que se parezca el partido a nuestras ideas".

Finalmente, nuestra candidatura fué la lista más votada, y después de un ejercicio de democracia interna, NECESARIO, aunque a veces pueda resultar incómodo, hay que decir que es una incomodidad que a los demócratas nos gusta, ahora toca centrarse en aquello para lo que verdaderamente nacimos, para los ciudadanos, para poder darles una alternativa progresista y nacional al bipartidismo y que nuestro partido sirva como un instrumento para cambiar la cada vez más decadente política de nuestro país. Ahora es el momento de tener altura de miras, de abrirse al exterior y dejar presente que nuestro partido no solo es diferente en el modo de elegir a sus órganos de dirección, sino que también es diferente en la vida interna del partido y en la manera de hacer política, no es el momento de egocentrismos y sí de generosidad. Ahí fuera hay miles de ciudadanos ilusionados con nuestro proyecto, pero no es una ilusión cualquiera, es diferente, es la ilusión de la última esperanza para seguir creyendo en la política, por eso nuestra responsabilidad es mucho mayor, tenemos la responsabilidad de que nuestro partido sirva como instrumento para enganchar a los ciudadanos a la política.


Y como siempre decimos también hay miles de ciudadanos que son de UPyD y todavía no lo saben, y nuestra función ha de ser hacérselo saber, como dijo Manuel Lindo "tenemos que salir el lunes con alegría, con entusiasmo, preparar una casa agradable, abrir las puertas a todo el mundo, que nos conozcan, ser simpáticos con la gente, enseñar nuestras propuestas, estar orgullosos de nuestros cargos públicos".



Finalmente las elecciones generales serán el 20 de Noviembre, y esa va a ser nuestra prioridad absoluta, nuestra obsesión, tenemos una oportunidad histórica para cambiar la política de nuestro país y para cambiar esa idea tan fúnebre de las dos Españas, porque si de verdad existen dos Españas, la mayoría de los españoles estamos en la tercera. No nacimos para mirarnos el ombligo y entretenernos en cosas pequeñas, nacimos para cambiar la política de un país entero, ahora es nuestra oportunidad.