jueves, 20 de enero de 2011

EL SENADO Y LAS LENGUAS COOFICIALES

España, o el estado español por si esto lo esta leyendo algún abertzale o el señor Eguiguren, ha dado una muestra más de su irracionalidad, que es la palabra con la que mejor se puede describir a nuestro país en los últimos tiempos. Una muestra más de políticas de escaparate y sin contenido, centradas en la forma y olvidando la cuestión de fondo. Esa muestra se ha producido en nuestra ¿cámara territorial?: el Senado, acerca de la introducción de las lenguas cooficiales como son el catalán, el euskera y el gallego para el desarrollo de la actividad parlamentaria.
Mientras unos observan este hecho como un acercamiento de España a sus lenguas cooficiales, otros se ponen de los nervios con su mentalidad cerril y cateta con cierta nostalgia franquista. Y es que, el hecho de que en España se hablen lenguas diferentes en pleno siglo XXI no nos tiene que producir ningún sarpullido porque el catalan o el euskera es igual de español que el castellano, pero no se confundan, este hecho no es un acercamiento de España a sus lenguas cooficiales, sino que tiene el mismo objetivo nacionalista con la ayuda del PSOE de siempre: Balcanizar a nuestro país. Y es que todas las lenguas son igualmente españolas pero existe un matiz, hay una de ellas, el castellano, que es la lengua común de todos los españoles. Por ello, es disparatado la imagen de unos senadores utilizando pinganillos y traductores para entenderse, porque aqui se esta utilizando a las lenguas cooficiales para lo de siempre, para separar, para balcanizarnos y hacernos creer que un gallego y un extremeño son igual de diferente que un serbio o un bosnio, algo totalmente absurdo para cualquier persona que conozca minimamente algo acerca de la anitgua Yugoslavia. Por ello ese acercamiento del que hablan los nacionalistas hacia las lenguas cooficiales, y hacia un estado plurilingüe es totalmente falso, además es chocante que estas personas que defienden la independencia de sus comunidades autónomas quieran que estas lenguas se acerquen a España, y si es así porque no toman medidas como poder estudiar gallego o catalan en las universidades españolas en vez de abrir embajadas y cursos en el extranjero.
Otro rasgo de la absurdez de esta medida es que se ponga de excusa el carácter territorial de nuestra cámara alta, para introducir las lenguas cooficiales, algo totalmente nimio comparado a la necesidad de una reforma profunda del Senado para que se convierta en una verdadera cámara territorial como pueda ser el Bundesrat en Alemania, por lo tanto si lo que se quiere es convertir al Senado en una efectiva cámara territorial (que actualmente no lo es), el primer paso es acometer una reforma de la constitución que habilite al senado como una cámara estrictamente territorial, algo que es una cuestión de fondo, y no establecer las lenguas cooficiales que es una medida insignificante y además utilizada con el fin de dividirnos, algo que es una cuestión de forma o escaparate.

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