martes, 17 de mayo de 2011

LUIS DE VELASCO, EL CANDIDATO DE LOS JÓVENES

En los últimos tiempos hemos observado cómo los candidatos que se enfrentan a unas elecciones intentan representar en su persona con sus propias características físicas o biográficas a un colectivo o segmento de la sociedad determinado, que normalmente ha estado marginado a lo largo de la historia; esta estrategia de marketing político que busca no sólo como es obvio representar y atraer el voto de determinado segmento, sino que además persigue atraer un voto más allá de él, ya que, la defensa del colectivo a representar está bien visto por el resto de ciudadanos. Por ello en las últimas elecciones presidenciales norteamericanas pudimos observar cómo se prestaba más atención al color de piel de Barack Obama que a su programa, o cómo Zapatero ha intentado conseguir una imagen de feminista nombrando a mujeres en puestos importantes de su Gobierno. Pero bien sabemos que estas estrategias atienden más a intereses electorales que a una intención real de favorecer a estos colectivos, ya que en ningún caso estas personas tienen la exclusividad de la defensa de sus derechos, por lo que la defensa de la igualdad de los afroamericanos no es monopolio de los afroamericanos, ni Obama es el único legitimado para ello, ni un candidato negro es el único que puede defender tal justa causa, sino que es una obligación de todos, de hecho una de las personas que más favoreció a la consecución de los derechos de los afroamericanos fue John Fitzgerald Kennedy cuando el 19 de junio de 1963 presentó al Congreso el proyecto de Ley de Derechos Civiles.

Viajando a nuestra comunidad autónoma, en estas elecciones no hay ningún candidato que asuma este papel, ni que se presente como el candidato de los jóvenes o de la juventud (aunque hay alguno que lo intenta como Tomás Gómez), pero que duda cabe que nos sirven de ejemplo de cómo en política las apariencias y las formas son utilizadas a veces para engañar al votante haciendo un uso electoralista de dichas apariencias, y como en la vida, lo importante es el contenido. De esta forma quién iba a pensar que el candidato de mayor edad como es Luis de Velasco (72) iba a ser el que más conectase con la juventud, y como es obvio, no por sus atributos físicos, sino por el contenido de sus propuestas y en concreto por la manera de entender y tratar a la juventud. Una juventud que no quiere estar tutelada, porque quiere ser protagonista de su presente y de su futuro, una juventud cansada de que se la minusvalore y adjetive como ni-ni cuando somos la generación mas formada y preparada de la historia de nuestro país y sufrimos una tasa de paro juvenil del 40%, provocada por la incompetencia de unos políticos que se han dedicado a lo accesorio en vez de a lo fundamental, al mismo tiempo que nos desprestigian. Como afirmó Luis de Velasco el otro día, “Es una manera hipócrita de justificar las cosas mal hechas”, es decir, de tapar sus vergüenzas deshonrando a la juventud. Para él esta situación en la que se encuentra la juventud española es “una consecuencia de los errores, graves y repetidos de los que gobiernan”.

Es cierto que hay un conformismo político en la juventud española y madrileña muy grande, provocado quizás por la época de estabilidad democrática de la que gozamos, pero después de 30 años en los que ya se ha asumido la democracia de una manera clara, los jóvenes tienen que participar en los nuevos retos políticos que se presentan, alzar la voz contra aquellos que ya les han defraudado y apostar por aquellos que los comprenden pero que no los condenan a un segundo plano subestimando sus capacidades para ser actor principal de la política, apostar por aquellos que les dan la palabra y los instrumentos porque apuestan por una juventud activa. Y todo ello es posible en un partido como Unión Progreso y Democracia en el que los jóvenes no tenemos una organización paralela al partido, sino que somos una parte más del mismo, participando así en la toma de decisiones y en todos los asuntos. Con un candidato que comprende a los jóvenes quizás porque su juventud fue más parecida a la actual, a la de un joven común del siglo XXI que se marcha al extranjero para formarse y que con esfuerzo y mérito personal consigue aprobar la oposición de Técnico Comercial del Estado siendo el número uno de su promoción, que la del resto de candidatos marcada por haber vivido de la política desde jóvenes, por todo ello estoy seguro que “como dice Luis” los únicos “ninis” que existen son los que el 22 de mayo no votarán ni al PP ni al PSOE.

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